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martes, 20 de octubre de 2009

LOS MAS VULNERABLE


Los precios de los alimentos permanecen muy altos en muchos países del mundo.


En su último informe, sobre Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria, la FAO alertó, que los precios de los alimentos permanecen elevados a nivel interno en los países en desarrollo, a pesar de un fuerte descenso a nivel internacional y las buenas cosechas generalizadas. En diversos países, los precios superan los niveles ya altos de hace un año, o se encuentran todavía en niveles récord, creando dificultades a millones de personas.

En África subsahariana, entre el 80 y el 90% de todos los precios de cereales examinados por la FAO en 27 países, permanecen en un porcentaje superior al 25% por encima de cómo se encontraban antes de la crisis iniciada hace dos años por la fuerte alza de los precios.

En Asia y la región de Latinoamérica y el Caribe, los precios se controlan en un total de 31 países, y entre el 40 y el 80% de estos precios, permanecen igualmente por encima del 25% más altos que en el periodo pre-crisis alimentaria, según datos de esta organización.

“La situación de los altos precios alimentarios continúa generando preocupación sobre la seguridad alimentaria de la población más vulnerable tanto en el medio urbano como en el rural, ya que estos grupos dedican una parte importante de sus ingresos a comprar alimentos”, según indica el informe.

Las causas de estos niveles elevados de precios varían, según el informe, e incluyen las cosechas escasas, mayores importaciones o el retraso en realizarlas, conflictos civiles, la fuerte demanda en los países vecinos y los flujos comerciales regionales, la devaluación de la moneda nacional, cambios en las políticas alimentarias y comerciales, aumento de los ingresos y de la demanda, dificultades para el transporte y precios más elevados del mismo.

Pero como no todas las noticias tienen que ser malas, el suministro mundial de cereales permanece en un nivel satisfactorio. La previsión para el suministro y la demanda mundial de cereales es satisfactoria, a pesar de un descenso estimado del 3% en la producción mundial en 2009 respecto al nivel récord de 2008, según la FAO. La producción mundial de cereales prevista para 2009 se sitúa en 2.208 millones de toneladas, un 3.4% por debajo respecto a la cosecha récord del año pasado, pero la segunda mayor cosecha jamás alcanzada. Las reducciones afectarán al trigo y los cereales secundarios.

En los países de bajos ingresos y déficit de alimentos las perspectivas para la cosecha de cereales en 2009, son en general favorables, y se prevé que la producción agregada aumente por segundo año consecutivo. Sin embargo, la previsión es incierta para algunas zonas de África occidental y oriental.

Debido a que se considera que hay 30 países a las puertas de una crisis, la FAO ha convocado en su sede central de Roma, una Cumbre Mundial sobre la Alimentación, que tendrá lugar entre los próximos 16 al 18 de noviembre con el objetivo de alcanzar un amplio consenso sobre la erradicación del hambre, la mejor gobernanza del sistema agrícola internacional y las políticas y programas para garantizar la seguridad alimentaria mundial.

En los países industrializados la crisis ha dejado nuevas tendencias en relación a los hábitos alimenticios, evitando comer en restaurantes y preparando más alimentos en en el hogar, en base a productos semi-elaborados o listos para calentar.

Según un informe del Ministerio de Economía, Comercio e Industria de Estados Unidos, durante los seis meses pasados, el gasto en restaurantes se redujo en 5.5% y el de hoteles en 7.2%, en relación al mismo periodo del año anterior.

domingo, 11 de octubre de 2009

Ácidos Grasos Omega 3 y 6

Los ácidos grasos omega-3 son una serie de sustancias grasas que tomamos en la dieta que pertenecen al grupo de los ácidos grasos poliinsaturados (PUFAs), y que están relacionadas con el ácido alfa-linolénico. Éste es un ácido graso de los llamados “esenciales” porque nuestro organismo es incapaz de fabricarlo, y tiene que ser tomado con el alimento. Los ácidos grasos omega-3 están implicados no sólo en la maduración y el crecimiento cerebral y retiniano del niño (por eso la leche materna lleva estos ácidos grasos), sino que intervienen en los procesos de inflamación, coagulación, presión arterial, órganos reproductivos y metabolismo graso.

¿Qué beneficios aportan para la salud cardiovascular?
El consumo en la alimentación de ácidos grasos esenciales, los omega-3 y los omega-6, en un adecuado equilibrio y cantidad contribuye a estabilizar el metabolismo de las grasas en el organismo, así como interviene en otros muchos procesos orgánicos. Gracias a ellos, el metabolismo de las grasas (concretamente del colesterol) su cantidad y su transporte se corrigen particularmente, reduciendo el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Concretamente intervienen en la reducción del colesterol transportado en lipoproteínas de baja densidad (sobre todo las partículas más pequeñas y densas, y de mayor peligro, el “colesterol malo” o LDL), y facilitando el aumento de las lipoproteínas de alta densidad (el “colesterol bueno” o HDL) que limpia las arterias en vez de deteriorarlas. Tienen, además, un papel en el funcionamiento normal del endotelio (el tapizado interior de las arterias del organismo) en cuyo seno se producen las lesiones de la arteriosclerosis.

¿Qué son los ácidos omega-6?
Otros de los ácidos grasos esenciales son los llamados omega-6, que son derivados del ácido linoléico. Tienen importancia porque también son necesarios para nuestro organismo (que, además, no los puede sintetizar) y aparecen junto a los omega-3. Parecen tener, sin embargo, una cierta relación con la aparición de procesos inflamatorios y arteriosclerosos pues los favorece cuando la dieta es demasiado rica en ellos. Se suelen encontrar en aceites refinados de algunas semillas como la de girasol o de maíz. Pero lo realmente importante es que la dieta tenga cantidades equilibradas de ambos tipos de ácidos grasos esenciales, que en nuestro organismo compiten por las mismas enzimas. Un mal balance entre ellos puede favorecer los procesos inflamatorios.

¿Es cierto que los omega-3 combaten las arritmias cardiacas y la mortalidad por muerte súbita?
Según un reciente estudio realizado en Italia (GISSI-Prevenzione) los pacientes que habían sufrido un infarto de miocardio y que tomaban pescado azul, de forma que ingerían más de 1 gramo diario de ácidos
grasos omega-3 morían menos por muerte súbita. La razón parece ser que viene mediado por la menor presencia de arritmias malignas observadas en los estudios realizados a esos pacientes tras su episodio coronario. El beneficio en cuanto a menor cantidad de arritmias y menos muertes súbitas ocurre incluso cuando no cambian las cifras de colesterol.


¿Qué efectos tienen los ácidos grasos omega-3 en la arteriosclerosis?
Un buen equilibrio en el aporte de ácidos grasos esenciales, y el aporte significativo de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas retarda la aparición de lesiones arterioesclerosas. Entre las varias capacidades de los ácidos omega-3 y las grasas insaturadas se cuenta con corregir el perfil de colesterol, favoreciendo que haya más colesterol bueno (HDL). También promueve que las partículas de LDL sean menos dañinas. Se ha observado que las dietas ricas en omega-3, especialmente de
cadena más larga, reducen la cantidad de triglicéridos en sangre. La toma de ácidos grasos poliinsaturados parece retrasar o corregir la aparición de diabetes del adulto, lo que reduce también, a su vez, el riesgo cardiovascular.


¿Para qué personas están indicados los omega-3?
Para todas. Los omega-3 deben ser ácidos grasos que estén presentes en la dieta de las personas dado que son esenciales para funciones básicas del organismo, y su déficit, impide el buen desarrollo de las funciones para las que son esenciales: metabolismo lipídico, modulación de procesos inflamatorios, coagulación sanguínea, función endotelial y presión sanguínea o reproducción entre otros.

¿Y qué puede provocar una deficiencia en ácidos omega-3?

Más que una deficiencia en omega-3, la falta de aporte de estos ácidos grasos esenciales puede provocar un desequilibrio entre las cantidades de ácidos omega-3 y omega-6. Como son dos grupos de sustancias que compiten por las mismas enzimas y receptores en nuestro organismo, la prevalencia de los omega-6 sobre los omega-3 en la dieta pueden facilitar los procesos inflamatorios y arterioesclerosos.


¿Las personas que consumen pescado azul con regularidad padecen menos enfermedades cardiacas?
¿Que cantidad es la recomendada?

Parece que el consumo regular de pescado azul protege contra las enfermedades cardiovasculares. La cantidad recomendable sería de entre 2 y 3 gramos semanales de ácidos grasos omega-3. Eso corresponde a tomar pescado azul como mínimo entre una a tres veces a la semana. Otros alimentos enriquecidos con ácidos omega-3 pueden acabar de redondear la cantidad necesaria a tomar.

Hay personas que no quieren tomar estas grasas pensando en el alto aporte calórico, ¿es cierto?

Podría ser cierto, pero la higiene de costumbres no sólo pasa por la toma de más ácidos omega-3, sino por un completo cambio de hábitos. Es preciso hacer una dieta más natural, más rica en pescados azules y en verduras y frutas frescas, en legumbres, pero sin perder de vista la carne, que también contiene nutrientes esenciales. Y junto a ello una adecuada actividad física, y evitar el tabaco y el consumo excesivo de alcohol, y que en cambio, en pequeñas cantidades, y manteniendo
su origen natural, puede ser útil. El pequeño exceso de calorías que proporciona el pescado azul debe compensarse con unas costumbres más saludables, para obtener los máximos beneficios cardiovasculares.

¿Los pescados fritos son bajos en ácidos omega 3?

Los ácidos grasos poliinsaturados no se degradan por la fritura en cantidad suficiente como para hacer perder sus cualidades esenciales. De hecho, los procesos culinarios que envuelven al pescado azul en ningún caso revierten sus cualidades. Desde el pescado crudo del sashimi japonés o el marinado del smoergaosbord escandinavo, pasando por el escalfado, el asado, o el guisado del marmitako, el planchado, o el frito rebozado cuecen sin hacer desaparecer significativamente los nutrientes que nos ocupan. Incluso el pescado frito rebozado se fríe tradicionalmente en aceite de oliva a baja temperatura aportando además otro ácido graso monoinsaturado (el oleico) que refuerza en buena proporción el beneficio cardiovascular de la dieta.

Además de efectos cardiovasculares, ¿los ácidos omega-3 tienen alguna ventaja más?

Un buen número de investigaciones orientan a que pueden ser también útiles en enfermedades inflamatorias. De hecho parece que los tratamientos con cantidades elevadas de omega-3 reducen síntomas de la artritis reumatoide.También parece relacionarse con el desarrollo de diabetes, que podría aumentar si la dieta es demasiado pobre en omega-3. Y junto a ello, saber que están involucrados en el control de la tensión arterial y la coagulación sanguínea, entre otras funciones.